A pesar de la cantidad de recursos que nos ofrece, el mar es un medio hostil para los humanos. Cuando ocurre un accidente marino, la falta de experiencia para enfrentar los problemas, unido a la dificultad inherente para desenvolvernos en este medio, pueden llevar a situaciones de descontrol, caos y alarma. Si además el accidente implica la liberación de sustancias químicas nocivas, el incidente se vuelve más peligroso y su resolución más compleja. Trabajar en el mar es, casi siempre, más complicado que resolver una situación de emergencia en tierra, de ahí que las técnicas de respuesta que se utilizan en tierra no están, de momento, bien desarrolladas para desenvolverse en ambientes marinos.
La importancia socio económica y medioambiental de la costa atlántica europea asociada al intenso tráfico marítimo que soporta, hace a esta región muy vulnerable ante cualquier perturbación en el litoral. La preparación con la que cuenta esta zona frente a vertidos de hidrocarburos ha experimentado un importante desarrollo a lo largo de las últimas décadas, tanto desde el punto de vista de la formación del personal de respuesta como de los equipos utilizados en la misma. Sin embargo, existen también numerosas sustancias diferentes a los hidrocarburos transportadas por vía marítima y que pueden constituir un peligro en caso de ser vertidas al medio marino. Se conocen con el nombre de Sustancias Nocivas y Potencialmente Peligrosas (HNS – Hazardous and Noxious Substance). El transporte de este tipo de sustancias por vía marítima a nivel internacional se ha visto fuertemente incrementado en los últimos años. Según IOPC Funds (The International Oil Pollution Compensation Funds) se ha pasado de transportar 165 millones de toneladas en 2009 a 215 millones de toneladas en 2015), haciendo todavía más notable la brecha entre el peligro y la preparación ante una contingencia de este tipo y por tanto, incrementándose el riesgo al que está sometida la costa. Según la misma fuente se estima que de los aproximadamente 37 millones de productos químicos que se utilizan en el mundo, unos 2000 se transportan regularmente por vía marítima y cada día en mayor cantidad.
Como venimos explicando, la respuesta a los casos de vertidos en los que están presentes estas sustancias químicas, cuenta, desgraciadamente, con una menor experiencia y por tanto, la preparación frente a estas contingencias no alcanza el nivel de la preparación que existe para hacer frente a vertidos de hidrocarburos. La mayor complejidad en la respuesta deriva tanto de la enorme diversidad de productos que son transportados, con diferentes comportamientos en el mar tras ser vertidos, como de la dificultad y baja efectividad de las técnicas de respuesta en el mar. En el proyecto MARINER se ha trabajado para tratar de implementar protocolos de respuesta frente a vertidos marinos de estas sustancias peligrosas. En algunos casos, trasladando las técnicas ya habilitadas para incidentes en tierra y en otros, planteando protocolos diseñados ad-hoc.
Combatiendo vertidos químicos en el mar from Divulgare on Vimeo.
En este vídeo que presentamos ahora, se muestran algunos de esos protocolos, pero el fin último del cortometraje es llamar la atención a la sociedad en su conjunto de la necesidad de implementar protocolos adaptados al trabajo en el mar cuando se trata de combatir sustancias peligrosas en un medio hostil.
El objetivo del Proyecto MARINER, que ha contado con financiación europea de la DG-ECHO, es mejorar la planificación, preparación y respuesta ante vertidos de sustancias químicas en la costa atlántica europea. Esto sólo es posible fomentando el trabajo coordinado de todas las personas involucradas, invirtiendo en su entrenamiento y adaptando y mejorando los protocolos de actuación. Este tipo de actuaciones son costosas, pero, verdaderamente merecen la pena. No debería de haber ninguna duda de que los ejercicios de entrenamiento son claves de cara a tener buenos protocolos de respuesta y de cara a mejorar las capacidades y habilidades de todo el personal implicado en una potencial respuesta. En la costa Atlántica, al menos, estamos haciendo los deberes.
Si estáis interesados en ver qué se está haciendo en el marco de este proyecto, podéis visitar la web Mariner Project