Prestige: ¿Qué hemos aprendido desde entonces?

El 13 de noviembre de 2002, durante una tormenta, el petrolero monocasco Prestige se accidentó frente a la Costa da Morte, en el noroeste de España. Transitaba cargado con 77.000 toneladas de fuel. Tras varios días de maniobras para rescatarlo y/o alejarlo de la costa gallega, se acabó hundiendo a unos 250 km de la costa, en el epicentro de una de las áreas marisqueras y pesqueras más productivas del planeta. El vertido de la carga causó una de las catástrofes medioambientales y económicas más grandes de la historia de la navegación.

La salud de nuestros océanos from Divulgare on Vimeo.

Este desafortunado incidente, sin embargo, sirvió para que expertos en la materia y otros técnicos que todavía no lo eran, se pusieran a trabajar y fueran acumulando experiencia en la lucha contra la contaminación marina.

Un ejemplo de este esfuerzo, y de los logros que se pueden conseguir cuando se arrima el hombro, lo constituye la serie de proyectos europeos Arcopol en la que desde Divulgare venimos aportando nuestro granito de arena tratando de mostrar a la sociedad los avances que hacen los técnicos en esta lucha. El objetivo de los proyectos Arcopol es mejorar la seguridad marítima en el espacio atlántico y reforzar la protección de las regiones costeras frente a la contaminación marítima.

Ahora podemos decir que, en lo que respecta a la parte técnica al menos, tenemos mucho más claras las metodologías de trabajo y los protocolos de actuación que hace unos años. Son los frutos, amargos, de un desastre, pero frutos en definitiva.

How to act in case of a chemical spill? from Divulgare on Vimeo.

 

En el canal de vídeos de Arcopol podéis ver una parte del trabajo realizado en este proyecto internacional.

Por supuesto que no debemos de olvidar, pero que al menos estas catástrofes nos sirvan para generar conocimiento y construir un futuro cada vez más digno.

 

 

¡Ya están aquí!

Nuestro colega José María Sánchez, colaborador de Divulgare nos ha hecho llegar esta nota relacionada con los incendios de los últimos días ocurridos en Portugal

A principios de esta semana, los servicios antiincendios de Portugal consiguieron por fin controlar y extinguir uno de los fuegos más devastadores del verano en aquel país, en el entorno de Vilanova de Cerveira. Son muchas las explicaciones que se ofrecen a posteriori para explicar los fuegos, y casi todas son ciertas, pero en Cerveira hay una que es mucho más evidente que en otros lugares: la presencia masiva de la especie exótica invasora Hakea sericea, de origen australiano. Hakea es un arbusto espinoso muy agresivo en su modo de vida, ya que forma masas muy densas en las que apenas pueden crecer otras plantas, ahogadas por la falta de luz y la hojarasca de la invasora.

Covas_cerveira
Foto 1: margen de la zona incendiada en Covas (Cerveira), donde se puede ver la masa densa de la invasión por Hakea sericea separada de la zona quemada por la carretera que actuó de cortafuegos

Pero lo peor de Hakea es su carácter pirófito, ya que necesita y favorece los incendios para su propia reproducción; dentro de la masa verde que se aprecia en la Foto 1 se esconden unos cuantos millones de frutos –cápsulas leñosas- como éstas:

Foto 2: ejemplares de Hakea tras el incendio. Las hojas han sido consumidas por el fuego, y sólo quedan los frutos sobre la planta. La sierra que se muestra quemada al fondo es sólo parte del incendio, en el entorno de Dem, entre Serra do Arga y Caminha.
Foto 2: ejemplares de Hakea tras el incendio. Las hojas han sido consumidas por el fuego, y sólo quedan los frutos sobre la planta. La sierra que se muestra quemada al fondo es sólo parte del incendio, en el entorno de Dem, entre Serra do Arga y Caminha.

Esas cápsulas permanecían cerradas, conteniendo las semillas para la siguiente generación, esperando precisamente este momento: la llegada del fuego. De manera que sólo unas horas después sucede esto:

Foto 3: frutos de Hakea sericea abriéndose tras el fuego, y permitiendo así la liberación de las semillas que continuarán la expansión de la invasora. Nótese la forma “en ala” de la semilla, perceptible en la marca que queda en el interior de la cápsula abierta.
Foto 3: frutos de Hakea sericea abriéndose tras el fuego, y permitiendo así la liberación de las semillas que continuarán la expansión de la invasora. Nótese la forma “en ala” de la semilla, perceptible en la marca que queda en el interior de la cápsula abierta.

Las semillas ya han sido liberadas, y por millones. El único color que contrasta en la ceniza tras el incendio son los puntos naranjas de los frutos abiertos e intactos en su interior. Esto sucedió hace unos días, en la orilla sur del Miño. De momento Hakea no aparece de manera significativa en la orilla norte, pero es sólo cuestión de tiempo. El fuego de estos días liberó millones de esas semillas aladas. Como advertía la niña de aquella peli de miedo, ¡“ya están aquí”!