Herramientitis es una “enfermedad” muy frecuente en el mundo 3D. En realidad es un mal que se extiende en muchas especialidades, pero es en 3D donde yo más la he vivido, sobre todo cuando ves a gente empezando sus primeros pasos en este mundo de polígonos y texturas.
El problema suele ser que en muchas ocasiones se sobrevaloran los medios e infravalora el esfuerzo humano. “No es que el tío sea bueno, es que tiene un super ordenador” “No es que sean buenos, es que tienen unos programas de la leche”.
Es cierto que mejores medios logísticos permite y facilita mucho la realización de cualquier trabajo. Pero tener buenos medios sólo es necesario, nunca suficiente, y en muchísimas ocasiones tener conocimientos si que será suficiente. Como mínimo podrás llegar mucho más lejos.
En 3D esto se vive especialmente. Es un error pensar que para hacer buen 3D hagan falta grandes inversiones en máquinas y estar siempre usando las últimas tecnologías. Plantearse así un proyecto 3D te puede llevar a la locura, persiguiendo día a día las últimas novedades, las últimas herramientas, sin saber realmente si algún día te serán útiles, o sin llegar a comprenderlas.
Es importante estar al día, desde luego, pero lo principal es ser un maestro de la optimización de recursos. Hay que ir creciendo con los proyectos. Son los trabajos en gran medida los que nos irán dictando hacia donde tenemos que crecer. Siempre hay espacio para investigar herramientas nuevas, pero eso ha de ser lo anecdótico, no el pilar de nuestro día a día.
Lo importante es crear buenas obras, no conocer 200 herramientas (y no saber que hacer con ellas)
Parece algo que cae de cajón, pero es muy frecuente oir como erróneamente se traslada el mérito de una producción 3D a las herramientas (software y hardware) usadas. No señor no. El mérito es casi todo de las personas que hay detrás. De poco vale tener grandes medios si no se saben usar, exprimir y aprovechar.
Es estupendo cuando evolucionas hasta el punto en que necesitas mejorar tus herramientas, como un piloto que lleva al límite el chasis de su coche, y entonces entiende que necesita más potencia y más agarre. Ese momento en el que lo que te venía grande se queda pequeño. Y es mucho más estupendo cuando tienes opciones de adquirir esas mejoras. No hay que ser hipócritas, soy el primero en levantar la mano para solicitar más potencia de servidores o gráficas más rápidas cuando la situación lo requiere, si se evoluciona adecuadamente se necesitarán mejorar los medios, sino acabas chocando contra el techo, y se frena la mejora.
Pero la responsabilidad y el mérito, son del usuario.
Las imágenes que veis a continuación son unos fotogramas de un pequeño vídeo que hice en 720p con un Netbook (de esos que llevan chip gráfico de chiste) en los ratos muertos de ir al trabajo en tren.