Los vertidos contaminantes constituyen siempre un problema serio para los ecosistemas y para la población que vive de ellos y en ellos. Pero cuando el derrame se produce cerca de la costa, la respuesta debe de ser mucho más rápida y precisa, pues los daños a la sociedad, de no actuar a tiempo y en el lugar correcto, pueden ser cuantiosos. Una de las primeras operaciones a realizar que marcan los protocolos consiste en generar un modelo de deriva del vertido en el agua. Es la mejor manera de saber en qué zonas conviene concentrar los esfuerzos de contención. Sin embargo, cuando se trabaja en ambientes tan complejos física y socialmente como las Rías Gallegas, la exigencia de “precisión milimétrica” de los modelos es mayor. La fidelidad de estos modelos estriba en utilizar un gran número de variables y complejos cálculos matemáticos. Afortunadamente en el marco del proyecto europeo ARCOPOL Plus existen diversos grupos de trabajo dedicados a adaptar los modelos de predicción y deriva océano-meteorológica existentes a las zonas geográficas más complicadas del litoral Atlántico.
En este video se explica cómo modeladores y gestores pueden obtener una estimación más precisa de dónde y cuándo llegará un derrame a la costa mediante el uso de modelos matemáticos complejos. También se muestra qué tipo de información es necesaria para lograr ese objetivo. El grado de precisión que se logra con estos modelos aumenta significativamente la probabilidad de éxito en el tratamiento del problema. Por último se hace referencia a la necesidad de seguir avanzando en el ajuste de los modelos para mejorar su fiabilidad y en la obtención de datos de alta calidad que servirán para alimentar los modelos. Tenemos grandes avances tecnológicos en nuestras manos: ¡aprovechémoslos!
Agrestes acantilados rocosos, playas de fina arena, humedales ricos en vida, ecosistemas dunares prístinos o productivos estuarios ocupan el litoral de la costa de Galicia. Pero esta costa trabajada por el embate del mar durante miles de años, tiene muchas otras particularidades que la hacen peculiar frente a otras áreas litorales. A la complejidad de su orografía, se unen la sobrepoblación, la dependencia que sus habitantes tienen de esta costa, la segregación de la población en un número de municipios interminable (2 millones de personas, el 75% de los habitantes de Galicia, viviendo en 81 municipios costeros y explotando sus recursos) y el hecho de que sus aguas forman parte de uno de los corredores marítimos más transitados del mundo. Todo esto hace que cualquier tipo de gestión urgente que se quiera hacer resulte, cuando menos, compleja. Y eso sucede, por ejemplo, en episodios de contaminación marina accidental. Todavía tenemos recientes los problemas y la confusión que se produjo cuando gran parte de este litoral se vio expuesto hace unos años al vertido de un petrolero de nombre Prestige… Cuando llega el momento de enfrentar un evento de contaminación marina en ambientes de esta complejidad económica, política, social y medioambiental, hay que tener en cuenta una gran cantidad de información. Afortunadamente hoy en día disponemos de estupendos profesionales perfectamente especializados en muchas cuestiones concretas. A las excelentes bases de datos ya existentes, se suman las ingentes cantidades de información que se generan in situ en tiempo real. Toda esta información, pre-existente y de nueva generación, debe de llegar en el menor tiempo posible y de una manera lo más clara y concisa posible, a los gestores que deberán de tomar decisiones críticas.
Y es que, desde el mismo instante en que se produce una alerta de vertido, el intercambio de información entre observadores, modeladores (aquellos profesionales que realizan los pronósticos), y gestores debe de ser fluido y directo. Es esencial que así sea para que las operaciones de respuesta resulten en un manejo eficiente de la situación.
En el proyecto ARCOPOL Plus han elaborado unas guías de trabajo en las que aconsejan de una manera práctica, mediante recomendaciones, cómo sintetizar las comunicaciones en el proceso de generar información valiosa para gestionar una crisis marina por un vertido contaminante.
En este vídeo se muestra gráficamente los pasos que se deben de ir dando para gestionar de manera eficiente el proceso. Algo, a priori tan sencillo como permitir que los observadores recopilen en un primer momento información fiable y valiosa con la que los encargados de los modelos puedan pronosticar la deriva del vertido, es de gran utilidad. Una vez que los gestores conocen el pronostico de deriva del vertido y las condiciones ambientales, deben de realizar una valoración de los recursos en peligro (humanos, económicos y medioambientales) y tomar la decisión de dónde, cómo y con qué medios atajar el vertido.
Muchas de estas cosas pueden parecer obvias pero … es conveniente dejar claros estos protocolos y probarlos de vez en cuando en entrenamientos multidisciplinares. A todos nos vienen a la mente seguramente sucesos en los que, por intereses personales, o situaciones de máximo estrés, no se han seguido estos protocolos, con las consecuencias nefastas que estas irresponsabilidades tienen en ocasiones. Sólo mediante el entrenamiento periódico en estos protocolos se conseguirán ir puliendo errores e interiorizando procesos.
Esta entrada la dedicamos a nuestro infografista Iván Rodríguez Arós (de alias “Esfenodon”). La verdad es que teníamos ganas de hablar de nosotros. Más después de leer el post de Juan Ignacio Pérez.
En esta ocasión hablamos de varios temas ligados: las admirables adaptaciones que han adquirido a lo largo del tiempo algunos organismos peculiares, en este caso, los Tuataras o Esfenodones, el cambio climático y las terribles consecuencias que la introducción de gatos y otros mamíferos están teniendo en algunos ecosistemas insulares (un tema recurrente en nuestro blog y en nuestros estudios, y al que hemos dedicado un vídeo).
Pues resulta que indagando en por qué Iván, nuestro infografista, pudo haber elegido el alias artístico de “Esfenodon”, me encontré con la historia de unos organismos fascinantes, que han sobrevivido hasta nuestros días con unas adaptaciones asombrosas y exclusivas. Y digo «hasta nuestros días»….
Sólo para que el lector se haga una idea, comento aquí algunas de estas peculiaridades que hacen tan especial a este género de reptiles “fósiles” con únicamente dos especies vivas en la actualidad.
El Tuatara o Esfenodón(Sphenodon sp.), un reptil “fósil” que hoy en día se encuentra únicamente en algunas islas de Nueva Zelanda, es el único superviviente de un grupo de reptiles que se originaron hace más de 150 millones de años, durante el Jurásico. Son carnívoros, solitarios, con una dieta basada en insectos, caracoles, lagartos, huevos y crías de aves. Cazan su alimento durante la noche. De día prefieren descansar sobre las rocas para tomar el sol. A diferencia de otros reptiles, los tuataras se encuentran cómodos con temperaturas frías, mientras que las temperaturas superiores a los 25°C pueden ser letales para ellos.
Durante muchos años, los científicos se han preguntado qué razones les han llevado a persistir mientras sus congéneres se han extinguido.
Aunque, las razones son más complejas, llaman mucho la atención las adaptaciones que tienen para la masticación. Su peculiar forma de procesar el alimento se debe a la presencia de algunas características exclusivas como una sínfisis intermandibular muy flexible o una disposición de los dientes que le permite masticar los alimentos imitando a una cizalla: los dientes de la mandíbula inferior se cierran entre dos filas de dientes superiores (cizalla) antes de deslizarse hacia adelante para rebanar los alimentos simulando un corte de sierra. De esta manera, estos reptiles mastican su alimento de una manera muy eficiente y diferente a cualquier otro animal en el planeta (desafiando la percepción generalizada de que la capacidad de masticación compleja está estrechamente relacionada con el metabolismo alto). Algunos autores han sugerido que esta eficiencia en la alimentación es de gran relevancia cuando la fuente de alimentos es impredecible, como ocurre en el caso de los tuataras.
Pero entre los numerosos caracteres que éstos reptiles han conservado sin modificar durante 200 millones de años, se halla también un ojo pineal bien desarrollado. El ojo pineal o «tercer ojo» es una prolongación de la glándula pineal o epífisis, que se identifica como una ligera protuberancia frontal cubierta de escamas. Este ojo les permite detectar la radiación infrarroja, con lo que regulan el metabolismo en función del sol y se cree que también les sirve para detectar y capturar a sus presas en la oscuridad.
Una última curiosidad de estos curiosos reptiles es que son muy longevos, pudiendo llegar a los 100 años con capacidad reproductora! Si, como leéis! Igual que el padre de un famoso cantante español…. Llegan a la madurez sexual aproximadamente a los 10 años. La hembra entra en celo una vez cada 4 años. El macho se vuelve más oscuro durante el cortejo, y las espinas de su espalda se levantan. Da vueltas alrededor de la hembra, y si ella está lista moverá su cabeza y comenzará la cópula. La hembra efectúa una puesta de 19 huevos aproximadamente y los incuba por un periodo de 15 meses. Pero lo más interesante es que el sexo de las crías depende de la temperatura de incubación. Cuando la temperatura es próxima a los 21 °C hay una probabilidad similar de que los nuevos tuataras sean macho o hembra. Sin embargo un incremento de la temperatura aumenta de manera significativa la probabilidad de que la descendencia sean machos. De manera inversa, si los huevos son incubados a temperaturas bajas, la probabilidad de que la descendencia sea exclusivamente femenina se verá incrementada. Y esto, trae de cabeza a muchos conservacionistas y gestores…
¿Por qué? Pues porque el hecho de que la temperatura ambiental durante la cría determine el sexo, puede sesgar (y de hecho ya empiezan a detectarse algunos cambios) la proporción de sexos en las poblaciones naturales, con los problemas de apareamiento que esto conllevará en un futuro: si las temperaturas continúan subiendo, las futuras poblaciones estarán formadas exclusivamente por machos!
A pesar de sus adaptaciones y de haber tenido una distribución más amplia en tiempos pretéritos, en la actualidad estos reptiles fósiles se encuentran restringidos a diversos islote de Nueva Zelanda, con poblaciones en declive.
Los problemas en la actualidad vienen de que, debido a la introducción de especies por el hombre en estas islas, de repente se han encontrado con un autentico problema para el que no estaban preparados. Los gatos, ratas y mustélidos han causado verdaderos estragos, diezmando o extinguiendo sus poblaciones en algunas de las islas que habitaban.
El por qué nuestro querido infografista Iván Rodríguez Arós decidió adoptar ese alias es algo que dejamos para un post posterior. ¿Tendrá que ver con algún ojo pineal? O quizá con un movimiento mandibular asombroso? Si os puedo asegurar que adaptaciones y capacidades –en su caso para el arte de la infografía-, las tiene, como los tuataras, exquisitas. Pero también, igual que los tuataras, puede sufrir los estragos de esta civilización antropocéntrica en la que estamos inmersos. No permitáis que El también desaparezca de nuestro ecosistema: comprad camisetas de Divulgare para que este artista tan peculiar pueda seguir mostrándonos su arte relacionado con la investigación!